Se trata del cáncer más letal de todos los tipos y, en el mundo occidental, es la primera causa de muerte por cáncer.
Se trata del cáncer más letal de todos los tipos y, en el mundo occidental, es la primera causa de muerte por cáncer.
El cáncer de pulmón puede ser de dos tipos: de células pequeñas y de células no pequeñas. El más habitual es el de células no pequeñas y se divide en carcinoma de células escamosas, el adenocarcinoma y el carcinoma de células grandes.
El cáncer de pulmón, junto con el cáncer de páncreas y esófago son los tumores más agresivos.
Debido a la agresividad del tumor y a la dificultad de realizar un diagnóstico precoz, se estima que un 15% de los pacientes que sufren un cáncer de pulmón sobreviven más de 5 años.
Los síntomas del cáncer del pulmón pueden ser varios, pero los más habituales son los siguientes:
La única prueba médica recomendada para detectar el cáncer de pulmón es la tomografía computarizada con dosis bajas (también llamada TC con dosis bajas). Durante la prueba el paciente se acuesta en una mesa mientras una máquina de rayos X aplica una dosis baja de radiación para producir imágenes detalladas de sus pulmones. El estudio lleva solamente unos minutos y no causa dolor.
La principal y fundamental causa del tumor es el tabaco. Sin embargo, como en otras clases de cáncer, la causa puede ser multifactorial y varios elementos podrían contribuir a su aparición de forma sinérgica. Los principales factores de riesgo son:
Los factores de riesgo no son una causa en sí misma. Podría suceder que algunas personas, con factores de riesgo, nunca sufran cáncer de pulmón, pero que otras, sin factores de riesgo, puedan sufrir cáncer de pulmón.
La mejor manera de reducir el riesgo es no fumar y evitar el humo de las personas fumadoras. Se debe tener en cuenta que la duración del tabaquismo es mucho más destacada como factor de riesgo en comparación con la cantidad de cigarrillos que se fuma el día. Por consiguiente, dejar de fumar a cualquier edad puede traducirse en una reducción mucho más importante en el riesgo de cáncer de pulmón que únicamente reducir la cantidad.
Hay varios tipos, en algunos susceptibles de tratamientos no quirúrgicos y otras en los que será necesario pasar por cirugía.
Sin embargo, se conocen los beneficios que, en diversas ocasiones, se pueden obtener mediante la combinación de tratamientos quirúrgicos, quimioterápicos y radioterápicos, siendo en ocasiones posible la realización de tratamientos de combinación con quimio y radioterapia, evitando la cirugía.
Para tener un mejor pronóstico del cáncer es importante diagnosticarlo en una fase muy inicial, cuando el tamaño es de pocos centímetros. De este modo, el tumor se puede extirpar y la supervivencia y el pronóstico mejoran significativamente.
El neumólogo y el oncólogo médico serán los encargados del diagnóstico, seguimiento y tratamiento del cáncer de pulmón.
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