Se trata de una deformidad congénita en la caja torácica. Esta patología consiste en un hundimiento aparente del esternón respecto en la zona del esternón.
El pectus excavatum (PE), también llamado “tórax infundiliforme”, “tórax en tonel” o “tórax de zapatero”, es una anomalía congénita de la pared torácica, caracterizada por el desplazamiento en sentido posterior del esternón, lo que ocasiona una disminución de la distancia entre el esternón y la columna vertebral, desplazando los órganos intratorácicos en mayor o menor medida según el tipo y grado de deformidad.
Clínicamente, los pacientes pueden ser asintomáticos o sintomáticos.
Se pueden solicitar diferentes pruebas para evaluar la deformidad, dependiendo de la edad del paciente, como:
En la actualidad, la teoría más aceptada es un hipercrecimiento de los cartílagos, existiendo un desorden en la distribución de las fibras de colágeno tipo II, ocasionando una alteración en la estabilidad biomecánica de los mismos.
Lamentablemente, el pectus excavatum no se puede prevenir, pero la buena noticia es que es tratable.
Habitualmente se aconseja entre los 10 y 12 años, coincidiendo con la segunda etapa de crecimiento del niño. No obstante, se podrán operar pasada esta edad, individualizando cada caso para ofrecer la técnica quirúrgica adecuada. Además, cuanto más cerca del final de crecimiento se lleve a cabo la cirugía, hay menos probabilidades de recidiva.
Para pacientes asintomáticos se recomienda la colocación de una prótesis de silicona 3D, hecha a medida del defecto y que se coloca detrás de los músculos pectorales, es una cirugía con un tiempo quirúrgico más corto, menor estancia hospitalaria y recuperación precoz. No hace falta el recambio de la prótesis en un futuro.
Si el pectus excavatum crea problemas en el corazón o los pulmones, los médicos pueden recomendar la cirugía. Los objetivos son mejorar los síntomas cardiorrespiratorios del paciente y mejorar la postura. Para ello, hay diversos procedimientos quirúrgicos:
Es posible la cura del pectus excavatum sin cirugía mediante terapia con campana de vacío. Debe indicarse para defectos pequeños. Puede resultar incómodo y se requiere de mucha constancia y 1año de aplicación como mínimo para evaluar si se ha corregido el defecto.
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